Quince años casada, tres hijos. Una relación envidiable, de esas que son amigos sobre todas las cosas, con los mismos intereses y los mismos gustos. Pero algo faltaba. Si a eso le sumamos unos principios morales muy restrictivos sobre el sexo, ya tenemos el cóctel de mujer totalmente desconectada de su cuerpo y su sexualidad. Tuve relaciones sexuales solo con mi marido, apenas había tonteado de adolescente, algunos morreos y un par de toqueteos que no llegaron a mayores.
Puede madrugar mucho, pero nunca levantarse antes que yo y menos en fin de semana ni dormirse primero salvo en la siesta, ahí que ronque y todo, por favor, que yo en la siesta camino de puntillas moderando la luz que decolora la belleza. Que escuche y atienda en lugar de apagarme y escacharrarme para que deje de dar la tabarra como esa vieja radio del apartamento de la playa. Conocer a parejas me dejo follar no cobro. Conocer personas del mundo no te pierdas relajarte.